Aunque se requiera un poco de tiempo y paciencia, es una forma increible de volver a reconectar con la naturaleza, nos ahorrará mucho dinero en la compra de comestibles, y nos permitirá tener nuestros propios vegetales frescos, del balcón a la mesa. Adicional reduzce el desperdicio, ahorra dinero y aumenta la autosuficiencia ya que, sí, se puede cultivar a partir de los restos y semillas que normalmente desechamos.
Ideas para aprovechar el espacio al máximo