El Matcha es un té originario de China, aunque muchas personas lo
relacionan directamente con la cultura japonesa. Comenzó a beberse en
China en el período de la dinastía Song (960-1279), momento en el cual
muchos inmigrantes japoneses llegaban al país con la intención de
aprender el budismo Chan, hoy conocido como budismo Zen.
En esta forma de budismo el té Matcha jugaba un papel clave, ya que
permitía mantener la mente alerta mientras favorecía a la relajación del
cuerpo, condiciones ideales para meditar.
Es por eso que muchos japoneses que volvieron a su país natal llevaron
de regreso la costumbre de tomar esta bebida, que luego se convirtió en
un elemento vital en la ceremonia japonesa del té, Chanoyu. Hoy, vamos a
estudiar esta milenaria bebida en proundidad.