"El viaje, aprendí con el tiempo, no es unívoco y el desplazamiento se puede dar en diferentes territorios, no necesariamente geográficos y terrenales. Yo puedo viajar desde mi casa, caminar sobra las láminas de mis recuerdos, y también puedo hacerlo en otro país, detenida sobre un cuaderno; puedo soñar, cerrar los ojos y suspirar. Todos estos momentos hilvanados son para mí un viaje. Una yuxtaposición de experiencias, un hábitat constante, mi cuerpo y mi presente con toda mi vida"
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